Ahora sólo me sale dar gracias a Dios:
Gracias por esos días en Loyola en los que me di cuenta de la fuerza de la fe, de la unidad de la Iglesia y del compañerismo. Pude ver una unidad en la que daba igual de donde fueras para jugar al "matar" o "balón prisionero" porque formaba un equipo con personas de Brasil, España, EE.UU., Hungría...Tomaba café con franceses, jugaba al trivial con australianos e iba a misa con españoles...En estos días cogí toda la energía que iba a necesitar después.
Gracias también por los días de la experiencia. En esos días aprendí muchisimas cosas, crecí como persona y superé algunos miedos que tenía por dentro. Doy gracias por encontrar a Dios, tanto en la naturaleza y los paisajes que recorríamos, como en todas y cada una de las personas con las que he compartido esta peregrinación. Doy gracias por los círculos Magis porque he aprendido mucho de lo compartido por los demás y me han ayudado a reflexionar sobre mi vida. Gracias por Jose Mª, Silvia y Toni porque nos han sabido guiar por esta experiencia y nos han hecho vivirla con muchas ganas.
Gracias por los días en las JMJ en Madrid. Estos días he buscado a Dios en distintos sitios y experiencias que había repartidas por Madrid, y lo he encontrado. Gracias por esos días en cuatro vientos, porque a pesar de la lluvia y el calor todos seguíamos allí esperando al Papa con las mismas ganas que al principio.
"La amistad que nace de la fe tiene que ver con la capacidad de respetarse, la sinceridad para tratarse, la humanidad para acogerse y la alegría de compartir una mirada" - Manual del peregrino de MAGIS (pág. 88)
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